El sábado después de la previsión del tiempo tormentoso de la tele, viendo como va llegando el invierno, con los fuertes vientos, salgo a la calle para irme al centro cultural Els Padrets. Aquí en Blanes el viento anuncia un invierno no tan rudo, este aire nos acaricia y nos lleva al local que estaba decorado con pinturas calidoscópicas del pintor chileno Thomas Gerber. Thomas había diseccionado el viento y había conseguido transmitir esa sensación penetrante. En este momento empezaron las sensaciones a fluir por las voces de todos los que declamaban, por sus diferentes tonos de voz. Las imágenes grabadas del viento, la música y la danza se movían entre nuestros espíritus por la poesía que nos imbuía llenándonos a todos de dicha y que un par de veces nos arrancó aplausos espontáneos hasta que al final rompimos en un gran aplauso atronador que se prolongó un buen rato y nos mostró a todos el placer de la literatura que como ella, esta viva y vibrante. Después tuvimos el placer de tomarnos una cerveza hecha en Blanes bajo la ley de pureza de la exquisita variedad de ALE y que sólo tiene cuatro elementos: agua pura, levadura, lúpulo, y malta. En fin una noche mágica, también por la cerveza Popaire. Gracias Cristina por esta noche mágica.
Elio Ballester
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